No hay que descartar a Fajardo

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Todos tenemos un filo de la lengua de los nombres Iván Duque y Gustavo Petro, pues los colombianos los medios masivos de comunicación, entre ellos la web, hemos llegado para configurar el cerebro para que así sea, de tal suerte que al final no consideremos ninguna otra los recursos que no tienen el permiso para que las personas que no tengan la experiencia a través de los mismos canales.

Voy a dedicarme a escribir hasta el 25 de mayo, reflexiones relacionadas con las otras opciones, es decir sobre Sergio Fajardo Valderrama, Humberto De la Calle Lombana y Germán Vargas Lleras, sobre este último un poco menos que sobre los primeros, para salir de la línea trazada a la fuerza por quienes manejan las comunicaciones en este país.

Sergio Fajardo, quien aún está vivo y coleando en estas elecciones electorales encaminadas a elegir el más alto ejecutivo de la nación, ha tenido durante su vida pública la máxima «planear para no improvisar», la cual es fundamental para el logro de los objetivos, metas y fines, en cualquier empresa, organización, institución o gobierno.

Así mismo, ha identificado el catorce principios que han sido respetados en nuestra patria, razón por la cual caemos constantemente en las crisis casi imposibles de superar. Estos son: «Los dineros públicos son sagrados»; seguido de otro que hace referencia a que «la gestión de lo público debe ser transparente».

Hay un tercer término que dice que «no se puede transferir un problema político por intereses burocráticos o económicos», lo cual no es nada llamativo para quienes negocian con este tipo de cosas, así que no es bueno para purgar este vicio. En cuarto lugar, está el principio que expresa que «no se utiliza el poder del Estado para comprar conciencias y acallar, hay diferentes tipos de ellos mismos», la práctica que es el pan de cada día en este país.

Como quinto lema se encuentra que «el ejemplo de las autoridades es la principal herramienta pedagógica de transformación cívica», el sexto es el que enunciamos como máxima inicial. El séptimo es «eficiencia, economía y eficacia en los programas y proyectos», en octavo donde se encuentra que «las relaciones con la comunidad son abiertas y claras, y se desarrolla a través de los espacios de participación ciudadana», a lo que conocemos como gobernanza o gobierno participativo.

En noveno lugar donde el principio determinado como «el interés público prevalece sobre los intereses particulares», de allá que no hubo beneficios reales como la pavimentación de vías que pasan frente a la finca de uno de los miembros del gobierno o la licencia de una zona franca permanente para aumentar el valor de unos predios de propiedad de los hijos del presidente o cualquier otro funcionario.

Existen otros cinco principios que hablan de la solidaridad y la cooperación como base de las relaciones de las ciudades con la región, el departamento, la nación y la comunidad internacional; sobre la confianza entre las personas que dirigen la administración pública como elemento esencial para garantizar la legitimidad del Estado y cierra como el principio de que la vida es un valor máximo y no hay una sola idea o el propósito que el uso de la violencia para el fondo «.

Sigamos evaluando a ver si enriquecemos las opciones con otros nombres y hacemos una mejor elección.

Por: Hugo Fernando Cabrera –  hfco72@gmail.com
Twitter: @ Hufercao04

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