Muchos de nosotros hemos pasado por momentos de arrepentimiento y conflicto personal por el uso de la tecnología en nuestro diario vivir, desde que tengo uso de razón eso ha sido así, cuando no es uno mismo el que esta con sentimiento de culpa, son los familiares o colegas de trabajo quienes critican nuestro actuar frente al uso de la tecnología.
Uno de esos primeros conflictos que los de mi generación vivimos fue por estar “pegados al televisor”, a muchos de nosotros fuimos recriminados por nuestros padres por esta razón, después, con la aparición de los vídeo juegos la historia se repetía, muchos padres preocupados porque sus hijos de volvieran unos vagos por estar jugando obsesivamente con «las maquinitas», en efecto muchos jóvenes se obsesionaban y eso cobro varios pérdidas de año.
Pero hoy en día los juegos de consola no están tan estigmatizados como antes, incluso se relacionan con gente inteligente y “Geek”, como podemos ver en el popular programa de televisión “The Big Bang Theory” cuyos protagonistas, brillantes científicos son apasionados por los video juegos, en efecto para mi concepto estos estimulan el aprendizaje, la lógica y la inteligencia de los jóvenes.
Incluso la preocupación y las críticas de los mayores no se hicieron esperar cuando aparecieron en 1996 las mascotas virtuales o Tamagotchi, que no es más que el ancestro de las populares mascotas virtuales de estos tiempos Ángela y Tom, y a cuyos impulsores de una empresa Israelí-Estadounidense tuve el gusto de conocer hace 3 años en Ruta-N Medellín.
Ángela y Tom no son tan criticados hoy en día ya que quienes somos padres hoy en día seguro jugamos con un Tamagotchi hace 20 años.
Con la masificación de los computadores personales y la llegada de la Internet a las ciudades el fenómeno volvió a ser el mismo solo que esta vez ya no eran solo los jóvenes los aficionados a la tecnología, también eran en gran mayoría adultos jóvenes fascinados por la posibilidad de conectarse con el mundo entero.
Con los programas para chatear entre los que más recuerdo porque los utilice están el Microsoft NetMeeting el cual me sigue pareciendo realmente sorprende para su época ya que con conexiones de modem de 9600 bps ya permitía hacer una vídeo conferencia.
El que le siguió en popularidad fue el ICQ con su característico «¡uh oh!» y su buscador de personas que permitían hacer cyber-amigos en cualquier lugar del mudo.
Después la fiebre del chat paso a Microsoft Messenger y al Yahoo Messenger, ganado el primero la batalla en su preferencia por los usuarios, Google intento hacer lo suyo con el Google Talk, a pesar que aún se usa y su excelente servicio de video conferencia (hoy en día llamado Hangouts) nunca llego a ser muy popular.
Fue este fenómeno del chat los que hicieron que las empresas sintieran amenazadas su productividad al punto que empezaron a ser bloqueados para los empleados; en los hogares no era diferente donde existiera una computadora siempre habían instalado varias versiones de esos programas para chatear, con la pelea acostumbrada de los padres los cuales fueron entrando en la onda poco a poco hasta el punto de implementar horarios para su uso.
Sin dudas los programas de chat revolucionaron las comunicaciones en el mundo entero, desde entonces ya se hablaba de la caída del negocio de llamadas de larga distancia de las empresas de telefonía como en efecto sucedió.
La muerte para Microsoft Messenger llego con la popularización de las redes sociales, específicamente de facebook cuando implemento el servicio de chat entre sus usuarios y posteriormente con su app para móviles, poco a poco fuimos migrando nuestras conversaciones a Facebook y en los últimos dos años a Whatsapp.
La aparición y masificación de la telefonía celular trajo consigo otros conflictos sociales y personales, desde matrimonios destruidos, hasta miedos a contraer cáncer, quedar estéril o el sufrir pre-infartos por su uso excesivo o mantenerlo cercano a los órganos del cuerpo, incluso marchas, tutelas y huelgas se han visto para que desmonten las antenas de telefonía celular de las zonas urbanas, pese a que muchos nos quejamos de la mala calidad de la señal en algunos sectores de nuestras ciudades.
En medio de todos estos cambios tecnológicos y la popularización de las redes sociales principalmente de Facebook, la culpa por el uso de la tecnología siempre ha estado presente, más de uno de mis amigos y amigas han decidido «cerrar su Facebook» por diferentes razones ya sea porque consideran que no son capaces de manejar su dependencia a las constantes actualizaciones de la vida social de sus contactos o para superar un desamor, en la mayoría de los casos su propósito no duro más de un año para los más decididos.
Es increíble para mí como algunas personas que conozco no tienen presencia en ninguna red social e incluso no usan Whatsapp, he conocido casos más extraños aún de gente que no usa celular y no son de la tercera edad.
El futuro de la tecnología
“Es algo complicado, es difícil diseñar productos centrándose en el público objetivo. Muchas veces, la gente no sabe lo que quiere hasta que se lo enseñas”. -Steve Jobs
Siempre me he preguntado ¿para dónde vamos en tecnología?, parece que no es fácil predecirlo ya que los avances tecnológicos nos sorprenden, cuando éramos jóvenes creíamos que estos años serían como los de la familia Sónico con autos voladores, trajes sintéticos y capsulas de teletransportación o con patinetas voladoras como en volver al futuro (aunque varias de las visiones de esta película se están materializando).
Pero parece que una tecnología del futuro empieza a asomar su cara, la realidad aumentada que, si bien no es algo nuevo, su uso práctico y para el público general no pasaba de ciertas demostraciones puntuales, hasta que en julio de este año hizo aparición Pokemon Go y la realidad aumentada se masificó, con casi 100 millones de descargas es la app más descargada de la historia.
El mensaje en su sitio web es bien sugestivo para nuestros jóvenes y se parece a lo nos decían nuestros padres hace 30 años para no estuviéramos pegados del televisor todo el día “Levántate y sal a fuera”
Pese a que nunca lo he jugado, ni siquiera la he instalado la app, su sola concepción y combinación de tecnologías, me parece fascinante, tanto como su modelo de negocio que ya le representa a Niantic, Inc millones de dólares en ventas, su éxito no estaba calculado ni si quiera por sus creadores, que se han visto «a gatas» con su infraestructura para mantenerla funcionando.
Y como era de esperarse y como en todas las innovaciones tecnológicas que hemos mencionado antes, ha aparecido las noticias de las tragedias e incluso muertes que ha causado, junto los críticos apocalípticos que vaticinan el final de la civilización y la razón humana por su uso.
Yo en cambio, como ya lo dije, veo un futuro fascinante, no para el juego, el que pasará de moda en pocos meses, pero si para la Realidad Aumentada, una de las industrias que más sacará provecho de ella en el corto plazo será el turismo, vendrán con seguridad nuevas aplicaciones que le permitan a los viajeros conocer más de los lugares que visitan.
Pero más allá, lo pronostico, vendrá su aplicación en la vida cotidiana, para informarnos mejor, gústenos o no, nuestros nietos, 100% nativos digitales van vivir y ver el mundo de una manera muy diferente a la de nuestra infancia.
Una de las visiones en este aspecto que más me han gustado es la del artista londinense Keiichi Matsuda llamado ‘Hyper-Reality’ realizado en Medellín, donde nos muestra esta nueva realidad con sus ventajas y desventajas.
Más allá de los miedos y las críticas que llegan con toda nueva tecnología, su buen uso depende de nosotros mismos, como en cualquier otro aspecto de la vida, como decía mi mamá, todo en exceso es malo.
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Por: Oscar Antolínez @oscarantolinez